Situada en el número 38 de las marcas más valiosas del mundo por la revista Forbes en 2015, la marca de lujo Gucci comienza su leyenda en los años 20 del pasado siglo. Su fundador fue el emigrante Guccio Gucci, que tras abandonar su Italia natal en búsqueda de una vida mejor, se estableció en París y después en Londres, ciudades en las que trabajó en hoteles de primera categoría como el prestigioso Hotel Savoy londinense. Al parecer, en este famoso alojamiento Guccio se quedó fascinado con el fastuoso equipaje que portaban los huéspedes y, antes de volver a su tierra visitó a un importante fabricante de maletas en la capital inglesa para ponerse al día sobre la última moda en accesorios para viaje. Con esta información establece en 1920 una boutique en Florencia especializada en artículos de piel clásicos y muy muy finos.
En los comienzos de la firma los complementos de piel de Gucci se fabricaban de manera tradicional por artesanos florentinos especializados en perfectos acabados y costura a máquina, al mismo tiempo que se incorporaron técnicas industriales de producción innovadoras en la época. Como los bolsos y zapatos Gucci tuvieron tanto éxito la casa pronto se expande a capitales de la moda como Roma y Milán, además de abrir tiendas nuevas en Florencia. Los tres hijos de Guccio, Aldo, Vasco y Rodolfo, empiezan a formar parte de la empresa continuando con la labor de su padre de crear accesorios elegantes de cuero de excelente calidad y sofisticado estilo. Durante la Segunda Guerra Mundial y a causa de la escasez de cuero, la marca se dedicó a diseñar bolsos de lona y algodón. En 1947 su conocido logo de la doble G, ideado por Aldo Gucci en 1933, se estrena en algunos de sus artículos. Se piensa que este símbolo hacía alusión a las iniciales de su progenitor.
Moda italiana en Nueva York
En 1953 Aldo y Rodolfo se embarcaron en una nueva aventura fuera de sus fronteras. Este año supuso la inauguración de las primeras tiendas Gucci en Nueva York, lo que acercó a la firma a estrellas de cine y celebrities del momento que convirtieron la casa italiana en sinónimo de estatus. Muchas actrices de Hollywood se enamoraron de la marroquinería, el calzado y, sobre todo, de los vestidos de Gucci, que mostraban en revistas internacionales cimentando el poder de la firma en todo el mundo.
Accesorios de moda icónicos
Entre las décadas de los 40 y los 70 algunos de los complementos de Gucci se convirtieron en iconos del buen gusto. De esas épocas destaca el uso de telas impermeables y satén, la incorporación del bambú en las asas de los bolsos y el detalle con forma de serpiente en algunos de sus bolsos más codiciados. Una de sus primeras creaciones, el mocasín clásico de Gucci, se reinventó con este distintivo de la serpiente en 1966. También de los años 60 son los fulares de seda con llamativos estampados de mariposas o flores. Otro de los hitos de la marca fue el juego de maletas Rolls Royce presentado en 1970. Y como sus fans querían más, relojes, joyería, gafas de sol, cinturones y corbatas se incorporaron a las líneas de la que ya era una de las mejores marcas de moda del mundo.
Una década difícil
Si en los 70 la ropa de Gucci estaba en la cresta de la ola, la década siguiente estaría marcada por grandes dificultades y mediáticas tragedias. Durante los años 80 las peleas familiares llevaron a la empresa al borde de su desaparición. El origen de la disputa sucedió en 1983, cuando Maurizio Gucci, hijo de Rodolfo, toma la dirección de la firma y despide a Aldo, su tío. El conflicto se veía venir y las cosas se pusieron todavía más feas cuando Aldo entró en prisión por evadir impuestos. Además, como Maurizio no era capaz de remontar la compañía, en 1993 vendió todas sus acciones. El drama familiar estalló dos años después, cuando Maurizio apareció asesinado en Milán y su ex mujer Patrizia Reggiani fue condenada por contratar a un sicario. De los 16 años que pasó en la cárcel, los últimos fueron por elección, ya que rechazó la libertad condicional. ¿Por qué? Pues al parecer porque según ella no había trabajado en su vida y no pensaba empezar a hacerlo. ¡Qué culebrón! Eso sí, cuando por fin salió de entre rejas recibió un sueldo anual vitalicio de un millón de euros...
Prêt-à-porter de lujo
Mientras todo esto sucedía, los nuevos inversores de la firma se tiraban de los pelos para recuperar la categoría perdida. La solución llegó con la contratación del conocido diseñador Tom Ford en 1990 para que crease una colección de prêt-á-porter acorde con los nuevos tiempos. Cuatro años después aceptó ser el director creativo, consiguiendo reestablecer la imagen tan deteriorada de la casa y devolviéndole su valor. En 1995 el italiano Domenico de Sole, educado en EEUU, toma las riendas de la presidencia de la empresa y junto a Ford tomaron importantes decisiones para que el Grupo Gucci se hiciese con otras marcas de gran prestigio como Yves Saint Laurent y formase parte de otras como Balenciaga, Alexander McQueen o Stela McCartney. La gran maison de moda italiana no solo había salido a flote, sino que tenía más poder que nunca.
Los bolsos más deseados
A pesar del éxito de Ford y de Sole, la labor de ambos finalizó en 2004 cuando ambos acabaron sus contratos. Tras varios creativos dirigiendo el departamento de diseño, actualmente es Alessandro Michele el encargado de reinventar la moda de Gucci con un estilo innovador y vanguardista sin perder la esencia de elegancia clásica de sus orígenes. En Miinto podrás encontrar las últimas novedades de esta y otras marcas italianas de ropa de lujo. Además de ropa Gucci para mujer y hombre descubrirás complementos exclusivos entre los que por supuesto no faltan los bolsos Gucci. Ya te avisamos que no te va a ser fácil elegir tu favorito ¡porque son todos divinos!
